sábado, 18 de mayo de 2013

Los humanos en aliados

Noah García Iturbe (Peter Lanzani)

"Autosatisfacción a cualquier precio".
Noah es un joven de 19 años, hijo del dueño de una tabacalera. Sensual, atractivo, un casanova adolescente, sin conciencia del daño que sus acciones y palabras pueden causar a los que lo rodean. No se compromete con nada ni con nadie. Para él las relaciones son pasajeras y se mantienen mientras rindan utilidades, sino se descartan y se sigue sin mirar atrás. 
Es muy inteligente, seductor y manipulador, un sociópata millonario. Al fin y al cabo para Noah “La vida es una gran empresa de la que él es gerente general”. 
Noah “No hace, hace que otros hagan por él”. Sabe cómo lograr que todos y, principalmente todas, siempre le digan “sí”. Es un lobo con el rostro dulce de un cordero, que no pierde la ironía ni su seductora simpatía, aún cuando está destrozando el corazón de una mujer, lastimando a su madre o negando a su hijo.

Azul Medina (Oriana Sabattini)


"Brillo y destrucción pop".
Se hizo famosa cuando ganó un concurso de televisión para talentos jóvenes. Desde entonces la manipulación es su arma cotidiana de control. Le encanta ser la abanderada del no pensar, de la liviandad, del consumo y la frivolidad. Detrás de su autoritarismo se esconde una mujer frágil, autodestructiva, con severos problemas psicológicos.
Es la cantante pop más exitosa del momento, millones de adolescentes la siguen y admiran la imagen que ella les vende. 
Es falsa, sabe decir lo que el otro quiere escuchar sólo para que todos hablen bien de ella. No tiene límites, lo que quiere lo consigue, lo que no puede conseguir lo elimina. Si alguien no le gusta lo aleja, si algo le gusta lo seduce o lo compra.


Maia Pinedo (Mariel Percossi)


"El placer de lastimar".
Maia vive en una casa rodante junto a su odiada madre. Es una profesional a la hora de dañar, romper y desgastar. Perversa e inteligente, tiene una personalidad devastadora, principalmente sobre quien quiere lastimar.
El “bullying” es su "deporte preferido". Le gusta dirigir a sus compañeras para que agredan verbal y físicamente a quienes ella decide, mientras filma los ataques con su teléfono celularpara luego subir las imágenes a un blog dentro del cual “colecciona videos” como trofeos de guerra.
Sabe cómo extorsionar para conseguir sus objetivos y no tener problemas por sus abusos. Con el bullying busca sentirse con poder y control por sobre los demás. Quiere por todos los medios dominar la vida que día a día la domina.


Manuelito Ramírez (Agustín Bernasconi)


"La voz del sufrimiento".
Manuel es el producto negativo de una sociedad exitista. Hijo de padres infelices. La madre lo sobreprotege y le trasmite constantemente sus miedos. 
Manuelito se muestra sumamente inseguro cada vez que cruza los límites de su cuarto, el único lugar del mundo donde se siente relativamente protegido. Habla con voz baja y le cuesta mucho expresarse cuando muchas personas lo están viendo. En la intimidad de su habitación, Manuel es un cantante maravilloso, preso de sus miedos y fobias. 
Desde hace años es víctima del bullying y de su propio silencio. Siempre está triste y como no lo aceptan como es, piensa que la vida no vale la pena.



Valentín (Joaquín Ochoa)

"Preso de su soledad".
Valentín tiene 12 años y nunca escuchó a alguien decirle “Te quiero”. Fue abandonado por su madre en un hogar de huérfanos cuando era un bebé. Se crió en un ambiente hostil, donde las agresiones y los abusos siguen siendo cotidianos. Diariamente lo obligan a trabajar, debe conseguir, como sea, dinero en la calle. 
Es un esclavo moderno, víctima del egoísmo de una sociedad que al verlo deambular sucio y hambriento hace como que no lo ve. 
Valentín siente odio y rencor, sabe que el mundo que lo rodea lo pateó a un costado de la ruta. No tiene esperanzas, sólo ganas de golpear y gritar.


Franco Alfaro (Julián Serrano)


“Marginalidad en estado puro”.
Franco es un joven marginal, sin estudios, sin trabajo, sin familia, sin presente, sin amor. La calle es su escuela desde que tiene uso de razón. Sobrevivir es la única consigna que lo moviliza, sabe bien que sólo los fuertes pueden mantenerse respirando dentro del mundo salvaje que habita. 
Es violento, hiperquinético, es adicto a los conflictos. Le gusta todo lo que no tiene. Sólo es feliz cuando está en la murga, bailando y robando.
Es arriesgado al límite de poner diariamente en juego su vida, pero le tiene pavor a la muerte. Franco es cruel y directo, no teme decir lo que siente aunque esto le genere un problema o una pelea. Prefiere mirar a decir, arriesgar a pedir, disparar a perder.

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