Entrevista a Nico Francella

Tiene 22, pero cuando habla parece mayor gracias a su madurez, la profundidad con la que trata ciertos temas y su compromiso con cada actividad que emprende. Lejos de ser simplemente “el hijo de”, Francella Jr., como le dicen sus conocidos, logró hacerse un lugar en el ambiente. Nicolás es apasionado, en el amor y en el trabajo. A pesar de estar soltero, no es la clase de hombre que le huye al compromiso: “No soy de buscar, creo que la persona aparece. Y si aparece una mujer que me genere algo fuerte, apostaría a una relación. Si una mina me gusta de verdad, soy un laburador para hacer que ella esté conmigo”, afirma con seguridad.

El disfrute, lo espontáneo y lo divertido es lo que enamora a Nicolás, y su mirada azul, su lucidez y la pasión con la que vive el día a día es lo que enamora a las chicas.

P Desde que estás en la TV, ¿te resulta más fácil la conquista con las chicas?
Seguro. Ahora, ellas rompen el hielo más que yo. Ojo, el hecho de ser conocido también hace que te sientas observado y, a veces, puede ser un poco incómodo. Por eso, estoy tratando de reservarme más.

P ¿Cómo te llevás con la fama?
Y… No soy de los que disfrutan que los paren en la calle, les saquen fotos y todo eso, pero tampoco me escondo.

P ¿Vas a mudarte de la casa de tus padres?

Sí, porque ya estoy deseando mi independencia y mi espacio propio.

P Así también podés llevar mujeres, ¿o en tu casa no te hacen problemas?
Nunca llevé una chica a mi casa. No se dio todavía, pero creo que estaría todo bien.

P ¿Cuál fue tu cita más rara?Conocí a una chica en un puestito de patys. Me dijo: “Pasame la sal”, yo le respondí: “El lomito es para mí, vos pedite el vacío”, y así nos pusimos a charlar toda la noche. Estuvo buenísimo.

P Evidentemente, te gustan las citas espontáneas. ¿Cómo sería la ideal?                Playa, fogón, cervezas y una buena conversación. Y caminar y ver que las huellas sobre la arena no terminan más.

P ¡Qué romántico!No creo que sea muy romántico, pienso que soy sutil. Estoy en los detalles. Aunque me las gano de otro modo: soy divertido y me gusta que se rían conmigo.

P ¿Y ellas cómo te seducen a vos?Lo físico es importante y la mirada me mata. Sin embargo, la personalidad es lo mejor. En definitiva, es lo que mantiene unidas a dos personas.

P ¿Sos de encarar?Sí, totalmente. Si me gusta, la encaro. En general, no soy tímido, aunque puedo serlo durante la conversación. Quizá, una mujer te gana con la charla y querés llegar a su nivel. Por eso, siempre trato de romper el hielo con humor, algo que aprendí de mi papá.

P ¿Cómo fue trabajar con él, el año pasado, en la película Corazón de León?Genial, porque con mi viejo somos muy amigos. Ojo, a veces surgía alguna discusión, entonces preferíamos llegar al set cada uno con su auto. Pero nos llevamos bárbaro. Es mi gran consejero en esta profesión.

P ¿Cuándo nació tu vocación por la actuación?De chico. Acompañaba a mi viejo al canal y sentía algo único. De grande, estudié Publicidad dos años, pero abandoné. Entonces, empecé a trabajar en la producción de El hombre de mi vida. Ahí viví nuevamente esa sensación de cuando era chico y acompañaba a mi papá al set. Un día, llegué con las escenas estudiadas para ver cómo las plasmaban los personajes y empecé a repetir por dentro la letra, mientras los miraba. En ese momento me di cuenta de que quería actuar.

P ¿Qué sueños tenés?A nivel laboral, me encantaría producir y seguir actuando. A nivel personal, disfrutar sin arrepentimientos del día a día. En mi camino no hay una meta, las voy encontrando a medida que se presentan.